En un conmovedor e impactante relato, el doctor Sergio Alfieri, cirujano del hospital Gemelli y responsable de la salud del Papa Francisco, reveló los momentos más difíciles que enfrentó el pontífice argentino.
Alfieri, en una entrevista concedida al diario «Corriere della Sera», desveló escenarios de angustia durante la hospitalización del Papa y la arriesgada decisión que tuvo que tomar.
Hubo un momento crucial donde “se tuvo que decidir entre parar y dejarlo ir o probar con todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo un riesgo muy alto”, narró.
Papa Francisco: “Sabía que podía morir”
Las lágrimas de las personas cercanas al Pontífice se hicieron presentes durante su episodio de broncoespasmos. El Papa Francisco era consciente de lo que estaba sucediendo: “sabía que podía morir”.
“Esto es malo”, contestó el Santo Padre.
“Por primera vez vi lágrimas en los ojos de algunas personas a su alrededor. Personas que, según he podido entender durante este periodo de hospitalización, lo quieren sinceramente, como a un padre. Todos sabíamos que la situación había empeorado aún más y que existía el riesgo de que no lo lográramos”, relató Alfieri.
Decisión arriesgada
El doctor del Papa sabía que tenía que tomar una decisión y lo hizo “corriendo el riesgo muy alto de dañar otros órganos”, decidió forzarlo y probar todos los medicamentos y terapias posibles.
La voz del Papa Francisco se alzó con una petición clara: «Inténtalo todo, no te rindas«. «Nadie se rindió«, subraya Alfieri, destacando la determinación de todo el equipo médico.

Una noche inolvidable: los peores momentos de Francisco
La hospitalización estuvo marcada por dos episodios especialmente graves. En el segundo, según el relato del doctor, «estuvo a punto de morir», fue en ese momento donde el doctor Gemelli se convirtió en el consuelo de Francisco.
“Estábamos saliendo del momento más duro, mientras el Papa comía, vomitó y aspiró. Fue el segundo momento verdaderamente crítico porque en estos casos, si no se rescata con prontitud, existe el riesgo de muerte súbita además de complicaciones en los pulmones que ya eran los órganos más comprometidos. Fue terrible, realmente pensamos que no lo lograríamos”, contó.
Jorge Mario Bergoglio buscó consuelo
En medio de esta angustia, un gesto del Papa Francisco quedó grabado en la memoria del médico: «Cuando, en el momento más difícil, me cogió la mano durante unos minutos como buscando consuelo«, recuerda Alfieri, reflejando la humanidad de Jorge Mario Bergoglio.
