El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que impone aranceles recíprocos generalizados, lo que podría generar un impacto significativo en la economía hondureña y de la región centroamericana.
La medida establece un arancel mínimo del 10% sobre todas las importaciones y tasas más elevadas para más de 60 países con los que EE.UU. mantiene un déficit comercial.
Los nuevos aranceles, que entrarán en vigor entre el 5 y el 9 de abril, afectarán particularmente a las principales economías mundiales, pero en el caso de Honduras y sus vecinos centroamericanos, el panorama tiene particularidades diferentes, según analistas.
Impacto en Honduras
Desde una perspectiva regional, el analista financiero y profesor universitario, Daniel Suchar Zomer, el incremento arancelario del 10% a los productos centroamericanos coloca a todos los países de la zona en condiciones similares de competencia.
Esto significa que, aunque las exportaciones hondureñas hacia EE.UU. puedan encarecerse, sus competidores en la región enfrentarán el mismo escenario.
Alternativas más económicas
No obstante, señaló que, existe la posibilidad de que los consumidores estadounidenses opten por alternativas más económicas, incluyendo productos locales, lo que podría repercutir en una reducción de la demanda para algunos sectores hondureños.
“Puede ser que el consumidor americano vaya a optar por otras opciones más baratas, pueda ser incluso, producto local, presentando una desaceleración en el sector agrícola”, explicó Suchar Zomer.
Honduras arancel: rubro afectado
Uno de los rubros más afectados podría ser el sector agrícola, debido a su dependencia del comercio exterior y la sensibilidad de sus costos.
Sin embargo, expertos coinciden en que no se trata de una paralización total de las exportaciones, sino de una posible desaceleración en los envíos de productos del sector primario.
El analista económico Daniel Suchar Zomer explicó que, además, esta medida podría derivar en una reacción global con ajustes en los aranceles recíprocos, lo que llevaría a una reconfiguración del comercio internacional.
Por ahora, Honduras y el resto de Centroamérica, salvo Nicaragua y Venezuela, enfrentan el desafío de adaptarse a este nuevo escenario del arancel que impone EE.UU.
