La cocina de la tercera temporada de «Mamá, Quiero Ser Chef«, sin duda se ganó el corazón de los hogares hondureños, ya que, más allá de los retos culinarios, cada uno de los episodios se destacó por el carisma de un equipo que acompañó a nuestros chefcitos en cada momento.
Desde jurados hondureños expertos, una hermosa presentadora y una serie de invitados de lujo, todos aportaron una chispa de emoción, autenticidad y conexión con todos.
¿Quiénes son los jurados de Mamá, Quiero Ser Chef?
Chef Roberto Espinal
Apodado “el rey del algoritmo culinario”, Roberto Espinal es mucho más que un chef: es un influencer, modelo y educador comprometido con la gastronomía hondureña.
Originario de Siguatepeque, ha representado a Honduras en festivales internacionales y lidera un proyecto comunitario en La Pintada, Copán Ruinas, donde enseña cocina a niños del área rural.
Su estilo combina técnica, humor y nacionalismo gastronómico, por lo que, en este programa aportó empatía, motivación, pero sobre todo disciplina y exigencia.

Chef Keyla Martínez
Con más de 15 años de trayectoria en el mundo culinario, Keyla Martínez es una chef sampedrana que ha sabido combinar la precisión técnica de su carrera, con el lado humano de sus emociones.
Durante el concurso, su rol como mentora se destacó por su capacidad de leer a cada participante, entenderlos en sus procesos y guiarlos con firmeza y mucha paciencia a la vez.
Gracias a esto, Keyla logró transmitir a los pequeños, seguridad, experiencia y una visión clara de lo que implica el oficio gastronómico.

Arleth Portillo
Con una energía vibrante y una conexión genuina con los participantes, Arleth Portillo regresa una vez más como presentadora oficial de Mamá, Quiero Ser Chef.
Originaria de San Pedro Sula y con un estilo cercano, espontáneo y empático, se convirtió, domingo a domingo, en la mediadora perfecta entre los retos, los jueces y los chefcitos.
Siendo mamá de tres hermosos niños, Arleth no solo presenta, sino que también escuchó, celebró y acompañó a los concursantes en cada paso de su aventura gastronómica.

Invitados especiales llegan a Mamá, Quiero Ser Chef
Durante las semifinales de este reto de sabores, cuatro invitados llegaron a las cocinas para degustar los platillos que los pequeños prepararon especialmente para ellos.
Yolany Leiva
Esta hondureña originaria de Tegucigalpa y con raíces en Santa Bárbara es conocida por ser uno de los talentos de la revista televisiva “Venga La Alegría” de TV Azteca Honduras.
En el programa, Yolany se destacó por su cercanía con los participantes, su espontaneidad y su capacidad para transmitir alegría. No cabe duda de que su participación fue clave para elevar el nivel emocional de la seminifinal.

El Pinky (José Jorge Córdova)
Presentador y narrador deportivo de TV Azteca Honduras, José Jorge Córdova, conocido como El Pinky, es una figura carismática que ha conquistado a la audiencia por su autenticidad y buen humor.
En «Mamá, Quiero Ser Chef«, su participación fue clave para conectar con los chefcitos desde la empatía y la diversión.

La Cochizu (Claudia Rosy Bendezú)
Esta presentadora de televisión e influencer hondureña con más de 1.4 millones de seguidores en TikTok, se ha ganado el cariño del público por su espontaneidad, dulzura y el estilo único de su voz.
Como uno de los talentos de TV Azteca Honduras, su participación en el programa aportó frescura, humor y una tierna conexión con los niños, en especial con Maya Salinas.

Judith Bellino
Periodista, presentadora y poeta con ascendencia italiana, Judith ha sido comparada con la princesa Diana por su elegancia y vocación humanitaria.
Ha trabajado en radio, prensa y televisión, y actualmente forma parte de Fuerza Informativa Azteca. Además de su labor periodística, es autora del libro Gotas de pasión.
Su presencia en el programa aportó sensibilidad, ética y profundidad, inspirando a los chefcitos a conectar con sus emociones a través de la cocina.

Cada rostro en las pantallas de Mamá, Quiero Ser Chef aporta algo único, haciendo que los chefcitos se sientan acompañados, retados y celebrados. Sin duda, esta temporada ha demostrado que la cocina puede ser también un espacio para soñar, crecer, compartir y aprender.