El caso de Claudia Aceituno ha causado consternación en Honduras tras revelarse que, luego de tres meses de intensa búsqueda, su cuerpo fue encontrado enterrado dentro de su propia casa, en un cuarto al que únicamente tenía acceso su pareja sentimental en la Aldea Suyapa de Tegucigalpa.
El principal sospechoso del crimen es Iker Sosa, conocido en la comunidad como “El Tatuado”, quien ya fue detenido por las autoridades y se encuentra bajo custodia policial mientras avanzan las investigaciones.
Fingió participar en la búsqueda
De acuerdo con testimonios de familiares, el presunto agresor nunca despertó sospechas, pues durante todo el tiempo que Claudia estuvo desaparecida acompañó a la familia en la búsqueda, visitó hospitales, la morgue y hasta presentó denuncias ante las autoridades.
“Él caminó con nosotros, preguntaba por ella y actuaba como si nada hubiera pasado”, relató entre lágrimas la cuñada de la víctima.

El hermano descubrió el cuerpo de Claudia Aceituno
El macabro descubrimiento se produjo cuando el hermano de Claudia exigió la llave del cuarto cerrado que su cuñado mantenía bajo estricta vigilancia. Al ingresar, halló el cuerpo semienterrado y cubierto con una lámina.
Vecinos relataron que “El Tatuado” salía casi a diario a comprar cal y detergente, presuntamente para evitar que se percibieran los olores del cuerpo en descomposición.

Una discusión previa a la desaparición
Según versiones de allegados, la pareja habría tenido una fuerte discusión un día antes de que Claudia desapareciera. Desde entonces, nadie volvió a verla con vida. Se espera una investigación por parte de las autoridades correspondientes.















