Las autoridades estadounidenses han detenido a Linwei Ding, exingeniero de Google, luego de ser acusado por robar secretos comerciales de la Inteligencia Artificial de la compañía y de trabajar al mismo tiempo y de manera secreta para otras dos empresas chinas. Cada uno de ellos castigado con penas de hasta 10 años de prisión.
Fue Google quien detectó que el empleado había robado numerosos documentos y acudió a la policía para notificar el caso.
«Contamos con estrictas defensas para evitar el robo de nuestra información comercial confidencial y secretos comerciales», dijo el portavoz de Google, José Castañeda, en un comunicado.
Google ya ha suspendido el acceso a la red de Ding, mientras que el FBI también ha registrado su casa y dispositivos electrónicos para llegar al fondo del asunto.
La carrera tecnológica es una de las principales potencias mundiales y con la llegada de la IA, la competición se ha vuelto todavía más feroz, sobre todo entre EE. UU. y China. Ambas naciones quieren hacer todo lo posible para liderar esta nueva tecnología, y han llevado a cabo bloqueos, vetos y todo tipo de artimañas para debilitar al otro.
En un caso que subraya la creciente amenaza de espionaje corporativo y la importancia crítica de proteger la propiedad intelectual en la era digital, Linwei Ding, el ingeniero de software de 38 años, enfrenta cargos federales por el supuesto robo de secretos comerciales valiosos de Google.
Escrito por Dilma Ordoñez