Nuevos detalles han salido a la luz sobre el pasado de José David Hernández, un joven hondureño originario de Villanueva, Cortés, señalado por las autoridades como el presunto responsable de la masacre ocurrida en una floristería en Texas, donde tres compatriotas perdieron la vida el pasado 4 de noviembre.
Un joven que cambió con el tiempo
De acuerdo con testimonios de familiares y allegados, Hernández mostraba una conducta reservada y solitaria desde su llegada a Estados Unidos. Pasaba gran parte del tiempo jugando videojuegos violentos y, con el paso de los años, habría caído en el consumo de drogas.
“Era un joven tranquilo, pero empezó a cambiar. Se encerraba en los juegos y en las drogas, y eso lo fue alejando de todos”, relató Horacio Rodríguez, cuñado de dos de las víctimas.
Masacre en Texas

Vivía con sus futuras víctimas
José David fue acogido por los hermanos Sergio y Selvin Chacón, también hondureños, quienes incluso lo ayudaron a conseguir empleo en la floristería donde ocurrió el crimen. Sin embargo, ese vínculo de confianza terminó en tragedia.

El día de los hechos, Hernández sostuvo una fuerte discusión con los hermanos Chacón dentro del negocio y posteriormente les disparó. Uno de los sobrevivientes, Hipólito Martínez, relató que el atacante “andaba otra arma y muchos tiros más”, mostrando un comportamiento completamente fuera de control.
Karen Bautista, la tercera víctima
La tercera víctima, Karen Bautista, intentó dialogar con el atacante para detener la agresión, pero terminó siendo asesinada. Su madre contó que conocía a Hernández desde hacía más de un año y medio y que siempre lo consideró un joven “tranquilo y educado”.















