Este domingo, el set de «Mamá, Quiero Ser Chef» se llenó de emociones, nervios y sueños cumplidos. Con delantales negros que marcaban el último reto, nuestros chefcitos enfrentaron el desafío más importante: preparar tres platillos que definieran quien se llevaría la victoria.
Es así como, entre lágrimas, risas y sabores inolvidables, Eva Velásquez se convirtió en la ganadora de la tercera temporada de este concurso gastronómico, llevándose el gran premio de 100 mil lempiras y el título del primer lugar en la mejor cocina de Honduras.
Desde el primer momento, Eva, dulce, sensible y amante de la cocina gracias a su familia, encontró en los fogones una forma de expresar su profundo amor por el arte. En la final, presentó un menú que cautivó por completo a los jueves.
¿Cuál fue el menú que le dio la victoria a Eva Velásquez?
Como entrada, preparó un cóctel de camarón con mango, inspirado en las recetas costeras comunes en nuestro país. Esta combinación de camarones con mango, cebolla, cilantro y limón ofreció un contraste caracterizado por su frescura y sabor tropical.
El plato fuerte consistió en chiles rellenos con arroz y maíz dulce, una preparación de origen mexicano, pero muy presente en Centroamérica. Los chiles fueron rellenos de carne sazonada y bañados en salsa de tomate, acompañados por una guarnición tradicional hondureña que aportó textura y dulzura.

Para el postre, elaboró crêpes suzettes con clásico helado francés artesanal de vainilla, con unas crepas bañadas en una salsa de naranja y mantequilla, sin licor, cerrando el menú con elegancia y suavidad.
Sin duda, una concursante que demostró no solo cocinar con emoción, sino también con conocimiento y diversidad cultural, lo que le permitió obtener ese tan soñado primer lugar.
Al momento de escuchar el nombre de Eva como la ganadora, su familia, que la acompaño en todo momento, la abrazó entre sonrisas, convirtiéndose en un momento íntimo, lleno de gratitud y amor. El amor que ella demostró en cada platillo.

Mauricio Reyes: Ganador del segundo lugar
Mauricio Reyes, nuestro otro finalista, también dejó una huella imborrable en la cocina y los corazones de los jueces de “Mamá, Quiero Ser Chef”. Con un carácter fuerte, determinado y disciplinado, demostró tener un estilo culinario único.
Esto lo convierte en un total merecedor del segundo lugar, obteniendo como premio, un año de supermercado gratis, el cual celebró con una sonrisa tímida pero genuina, mientras su madre lo recibía con un abrazo lleno de orgullo, y los jueces aplaudían reconociendo su esfuerzo, su talento y su autenticidad.

Emotivos momentos en “Mamá, Quiero Ser Chef”
Al momento de la premiación, Eva y Mauricio se abrazaron con sinceridad. No hubo competencia entre ellos, solo admiración mutua. Ella le agradeció por compartir el camino, y él, con una sonrisa discreta, le dijo que su triunfo era merecido.
Juntos levantaron sus trofeos y compartieron un momento que reflejó el verdadero espíritu del programa: la amistad, el aprendizaje y el amor por la cocina.

Eva no solo ganó un concurso: ganó el corazón de Honduras. Y Mauricio, con su carácter firme y talento indiscutible, se llevó el cariño del público y el respeto del jurado.
La tercera temporada de «Mamá, Quiero Ser Chef» cerró con broche de oro, demostrando ser un lugar donde los niños cocinaron sus sueños, compartieron sus historias y demostraron que la cocina puede ser un puente entre generaciones, emociones y culturas.