Aunque el Papa Francisco no visitó Honduras, ayudó con una donación de 500 mil dólares en el municipio de El Paraíso, destinados a un proyecto de atención al migrante retornado, que hizo a la Fundación Alivio del Sufrimiento, que dirige el sacerdote italiano Ferdinando Castriotti.

La voluntad de ayudar a migrantes en Honduras por parte de Francisco, nació en Panamá en enero de 2019.

Castriotti había llegado a Panamá invitado por la oficina del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Honduras, con ocasión entonces de la visita del Papa a la capital panameña.
El Papa conoció, de Castriotti, sobre el proyecto a favor de los migrantes retornados que estaba impulsando en Honduras con apoyo del BID y Unicef, a través de la Fundación Alivio del Sufrimiento.
Castriotti asegura que el Papa le dijo que no se preocupara y que por lo que estaba haciendo como Iglesia con las otras personas que le rodean, «Vamos a hacerles efectivo una contribución fuerte de la Iglesia católica«.

El proyecto ha seguido funcionando, incluso para los migrantes de paso que, antes de que Donald Trump regresara como presidente de Estados Unidos, el pasado 20 de enero, se contaban por miles al año, en su mayoría procedentes de Venezuela, Colombia, Cuba, Haití, y otros de origen africano y chino.